jueves, 26 de septiembre de 2013

MI PSICOLOGA.


Autor: Carlos Jimenez.

Ricardo y Lily.

¡Me quiero pegar un tiro!, dijo Ricardo, muy desesperado y con lágrimas en los ojos, quien lo iba a decir, aquel chico de veintidós años se había decepcionado de la vida tan pronto, tenía un arma consigo y justamente una bala, el miedo a enfrentar sus propios problemas, se había vuelto un gran problema.

    ¿Por qué dices eso Ricardo?, pregunto Lily, con un cigarro en la mano y algo despreocupada, al ver el arma que llevaba consigo Ricardo.

    Ya nada es como antes, no me tenía que preocupar por pagar luz, agua o renta, ni siquiera por la comida, con tan solo ir a estudiar y sacar buenas notas me bastaba, y mucho antes de eso, con tan solo obedecer a mis padres, tampoco me tenía que preocupar por tener que repartir solicitudes de empleo como si fueran panfletos o servilletas desechables, ni mucho menos por el IVA, el pasaje, el tiempo, las ganas, el cambio, las elecciones, las manifestaciones, o por ser yo mismo, decía melancólicamente en su momento de regresión, ¡Ya nada es como antes!. No sé cómo me ha podido pasar esto, recuerdo lo que dije aquel día, hace cuatro años, en el que me levante muy feliz porque había logrado terminar el bachillerato, “hoy la vida me sonríe y sé que no siempre va a ser así, pero aunque no sea así, le terminare devolviendo la sonrisa que algún día me dio”, ahora me rio de mis palabras, mi vida no era sencilla entonces, creo que solo la está viviendo por encimita, ahora que la vivo de tope a tope, me doy cuenta de muchas cosas. Muchos me decían que siguiera estudiando, pero entonces no procesaba muy bien mi futuro, ni siquiera sabía lo que quería, solo que debía seguir estudiando.

    ¿Y aun lo quieres?

    Pues definitivamente si, pero ya nada es como antes.

    Cálmate Ricardo, estas muy tenso, mira mi cigarro, no me asusta tanto como una bala, sé que me matara algún día, pero lo sigo consumiendo, no hay mucha diferencia entre ese trocito de metal con pólvora y este pitillo de cáncer. Yo era como tu, tan feliz y contenta por haber terminado el bachillerato, hace como siete años, si no mal recuerdo. Desde entonces he observado mis problemas, pero no solo los he observado, los he tratado de arreglar, y mira lo que he conseguido, una muerte lenta y segura, ya deberías saber que no soy muy paciente y que me estreso muy rápido. Pero yo no he elegido el camino fácil y no sería tan valiente como para pegarme un tiro, preferiría dejar que las cosas sigan su curso y tal vez cambien, ¿pegarme un tiro? ¿estás de broma?, mejor me fumare un cigarro mas, total y al final llegare a donde mismo, realmente no tengo prisa en morir, claro, sé que tengo problemas como todos, pero eso ya no me desespera tanto porque de algún modo pienso en que tienen solución, ¿Por qué no te vuelves a mirar en el espejo? y me cuentas a que no le encuentras solución.

   ¡No entiendes Lily! ¡No entiendes!

    ¿Qué es lo que no entiendo? ¿Qué ya nada es como antes? ¿Acaso una bala te regresara cuatro años atrás? Porque si es así, entonces yo también me pegare un tiro en este mismo instante. Dispara chico, ¡hazlo!, le devolviste una sonrisa a la vida cuando te trato bien, y ahora que ya no es tan generosa, la dejas por aquella perra fácil a la que llaman muerte, la has decepcionado amigo, haci que dispara, ¡Vamos! ¡Hazlo! ¡Ahora!

    Una… dos… ¿Por qué?, ¿Por qué? ¡Ya nada es como antes! ¿Por qué?

    Para de lloriquear y ¡Hazlo! ¡Dispara!

    ¡No puedo! ¡No puedo hacerlo! ¡No tengo el valor! ¡Ayúdame! ¡Por Favor! ¡Ayúdame! Dijo Ricardo muy desesperado, tembloroso y con lágrimas en los ojos.

    Hoy el cielo te ha escuchado y te ha declarado inocente y estúpido ¿Sabias?

    ¿De que hablas?

    El arma que te preste no tiene balas idiota, pero toma, fúmate un cigarro conmigo, te matara de igual forma, solo que más lento, ¡Vamos! Anda.

    ¡No quiero fumar nada!, ¿Me has engañado? ¿Qué estúpido he sido? ¿Cómo he podido confiar en ti?

    Relájate Ricardo, jamás te lo he dicho pero todo tiene un porque, crees que yo no me he querido pegar un tiro nunca, he tenido tantos problemas como ideas en la mente, así que no me vengas con que no tienes trabajo, con que te va mal, con que todos están contra ti, porque hay personas que la pasan mil veces peor que tu en el mundo. Préstame esa pistola, te mostrare que no tiene balas.

Lily estaba muy confiada de que esa arma no tenia balas así que realizo dos tiros, el primero era falso, pero el segundo era tan real como los problemas de Ricardo. Los dos asombrados de aquel disparo, se quedaron en silencio un par de minutos.

    ¿Me habías dicho que el arma no tenía balas?

    Y no tenia, en realidad no entiendo que ha pasado. Tal vez has tentado tanto a la muerte que no ha podido resistirse a intentar llevarte con ella. O tal vez alguien ha dejado accidentalmente ahí esa bala.

    Por un momento creí que si me dispararía. En verdad lo creí.

    Aunque esta sea nuestra cuarta sesión y ya que mis métodos no son tan ortodoxos, creo que todo va a ir bien de ahora en adelante, ya has tocado fondo y no creo que vuelvas a intentar pegarte un tiro. Pero claro, siempre puedes intentar aventarte de un puente, cortarte el cuello o ahogarte en el océano, está bien, no pongas esa cara, solo bromeo. Me harías un grandísimo favor al no intentar quitarte la vida otra vez, fuera de mi consultorio. Ahora tienes una segunda oportunidad, muchas veces no apreciamos lo bueno de la primera y necesitamos que alguien nos restriegue en la cara nuestra verdad y la verdad es que tu estas sano, tienes dos pies y dos manos, tienes veintidós años, tienes un sin fin de oportunidades esperándote allá afuera, realmente las tienes, hay miles de personas, que digo miles, millones de personas en el mundo que quisieran estar en tu lugar, personas marginadas, oprimidas, indigentes, esclavos, cosa que es indignante porque todavía existen, gente a la que le falta un brazo o una pierna o ambos y es tanta su fuerza de voluntad que aun así salen adelante. Asi que no me vengas con que tus problemas son muy grandes porque si estuvieras en el lugar de alguien más desearías mil veces tener esta vida que tienes ahora que la de ellos. Sé que puedes resolver cualquier problema que tengas, solo tienes que confiar más en ti. Solo piensa lo que te digo quieres, ah por cierto eso que el arma disparo era salva, tal vez te hubiera dejado un moretón, solo eso. Cuídate y te espero el jueves que viene, que hablaremos de tus propositos. Y no hagas nada estúpido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario